Se llama dislexia (del griego δυσ- dificultad, anomalía y λέξις habla o dicción) a la dificultad en la lectura que imposibilita su comprensión correcta.
En psicología y psiquiatría se define la dislexia como una discrepancia entre el potencial de aprendizaje y el nivel de rendimiento de un sujeto, sin que exista cualquier tipo de problema, ya sea sensorial, físico, motor o deficiencia educativa.
Existen factores hereditarios que predisponen a padecerla. Sin embargo, aún no están claros otros factores que pueden estar implicados en el curso del trastorno, tales como causas genéticas, dificultades en el embarazo o en el parto, lesiones cerebrales, problemas emocionales, déficits espaciotemporales o problemas en cuanto a la orientación secuencial, de percepción visual o dificultades adaptativas en la escuela.
Algunos autores distinguen entre los conceptos de dislexia adquirida, dislexia evolutiva y retraso lector.
La dislexia adquirida es aquella que sobreviene tras una lesión cerebral concreta, mientras que la dislexia evolutiva es la que se presenta en pacientes que de forma inherente presentan dificultades para alcanzar una correcta destreza lectora, sin una razón aparente que lo explique.
Por su parte, el retraso lector es un trastorno lector motivado por causas específicas: Lectura superficial, mala escolarización, etc.
La dislexia es cualquier cosa menos un trastorno raro.
En psicología y psiquiatría se define la dislexia como una discrepancia entre el potencial de aprendizaje y el nivel de rendimiento de un sujeto, sin que exista cualquier tipo de problema, ya sea sensorial, físico, motor o deficiencia educativa.
Existen factores hereditarios que predisponen a padecerla. Sin embargo, aún no están claros otros factores que pueden estar implicados en el curso del trastorno, tales como causas genéticas, dificultades en el embarazo o en el parto, lesiones cerebrales, problemas emocionales, déficits espaciotemporales o problemas en cuanto a la orientación secuencial, de percepción visual o dificultades adaptativas en la escuela.
Algunos autores distinguen entre los conceptos de dislexia adquirida, dislexia evolutiva y retraso lector.
La dislexia adquirida es aquella que sobreviene tras una lesión cerebral concreta, mientras que la dislexia evolutiva es la que se presenta en pacientes que de forma inherente presentan dificultades para alcanzar una correcta destreza lectora, sin una razón aparente que lo explique.
Por su parte, el retraso lector es un trastorno lector motivado por causas específicas: Lectura superficial, mala escolarización, etc.
La dislexia es cualquier cosa menos un trastorno raro.
La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún impedimento físico, psíquico ni sociocultural.
-Es la causa más común de las dificultades de leer, escribir y deletrear.
-Unos 700 millones de personas, el 10% de la población, son disléxicas.
-Uno de cada cinco estudiantes tiene dificultades para el aprendizaje.
-Menos de un tercio de los niños con problemas de lectura reciben tratamiento específico en las escuelas.
-Afecta a un mayor número de hombres que de mujeres.
-La dislexia tiene un fuerte componente hereditario.
-Los disléxicos ven afectada su coordinación motora, el cálculo mental, la concentración y la organización personal.
-Es habitual que presenten hiperactividad, dispraxia o déficit de atención asociados al trastorno.
-Un estudio de 2012 apuntaba a que los nacidos en otoño que comienzan el colegio a una menor edad presentan un mayor índice de afectación.
-Idiomas como el español, con una fonética más regular, dificultan la detección de la dislexia. En inglés, por ejemplo, donde a una letra le corresponden varios sonidos, el diagnóstico es más precoz.
Fuentes: Wikipedia y Revista Pandora.
Fuentes: Wikipedia y Revista Pandora.
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