1. Encontrarnos con un número desconocido y quizás difícil de personas, que pudiera no gustarle lo que hablamos o pensar contrario.
2. Posibilidad de quedar en ridículo.
4. Ofuscarnos en que no podremos dominar aspectos como el tono, intensidad y expresión durante la participación.
5. Terror al micrófono y a la propia voz. Hay gente que se ofusca al escucharse amplificada y hasta irreconoce su voz.
Para combatir un posible estado de nervios, debemos:
A. Seleccionar y acopiar la mayor cantidad posible de información, sobre el tema que se abordará .
B. Tener un objetivo definido de lo que se persigue lograr con la participación.
C. Entrenar y ensayar previamente.
D. Conocer de antemano el auditorio y el escenario ante el que se actuará.
E. Orientarse con personas experimentadas en la oratoria.
E. Orientarse con personas experimentadas en la oratoria.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por opinión es vital y constructiva