La Oratoria es conocida desde los tiempos más remotos de la historia.
Entre los griegos y los romanos adquirió gran prestigio, visualizada desde el foro y la política.
Entre los griegos y los romanos adquirió gran prestigio, visualizada desde el foro y la política.
Durante la Edad Media, la Oratoria quedó vinculada a la iglesia, basándose en las enseñanzas de Cristo a sus apóstoles, de propagar la fe por medio de la palabra.
En la Edad Moderna, la oratoria fue la semilla germinada de luchas ganadas, procesos históricos determinantes y del surgimiento de una estirpe de hombres destacados por la audacia con que obtenían sus propósitos.
La Edad Contemporánea, también avistó el verbo oratorio, como engranaje perfecto para la adquisición de prerrogativas y el alcance de intereses políticos, económicos y sociales.
Aparentemente, en nuestros días pareciera como si la Oratoria decayera, atacada a diestra y siniestra por las tecnologías; radio, televisión, cine, Internet, prensa y el libro mismo.
Pero, la realidad es otra; la oratoria fue, es y será siempre el recurso mas típicamente humano para que las personas puedan transmitir su pensamiento a las masas, moldeándolas y contagiándolas con su entusiasmo y llevándolas hasta el delirio si fuere necesario.
Pero, la realidad es otra; la oratoria fue, es y será siempre el recurso mas típicamente humano para que las personas puedan transmitir su pensamiento a las masas, moldeándolas y contagiándolas con su entusiasmo y llevándolas hasta el delirio si fuere necesario.
En los momentos determinantes de la humanidad, en las revoluciones estratégicas, en las catástrofes, en las miserias históricas, un discurso acertado ha variado el curso de los pueblos.
A través del mensaje o discurso, el orador se propone actuar sobre el pensamiento o la conducta de los oyentes o receptores, reconociendo al mismo tiempo que su forma de pensar y comportarse puede resultar afectada a su vez, por la respuesta que recibe del auditorio.
La gran estrategia, es la persuasión, fascinación, atracción, impresión, el hechizo.
Persuadir es tal vez, el verbo más empleado y practicado en todos los ámbitos profesionales.
Muchos lo consideran un arte, otros uno de los más difíciles ejercicios de comunicación, ya que pretende modificar o alterar una idea o concepto, y se sabe que si hay algo verdaderamente complicado, es modificar las estructuras de pensamiento en las personas.