Todos intentamos comunicarnos de manera excelente.
Aspiramos a que nuestra comunicación llegue a los demás y transforme sus puntas de vista a favor nuestro.
Para lograrlo, hay que conocer cabalmente cada uno de los elementos de la comunicación, ya que la falta de uno solo de ellos, hace cojear el más preparado de los mensajes.
MENSAJE (LO QUE SE ESTÁ HABLANDO)
CÓDIGO (IDIOMA)
CODIFICACIÓN (LAS PALABRAS UTILIZADAS EN EL DISCURSO )
REFERENTE (EL CONTEXTO DEL MENSAJE)
CANAL (VOZ)
EMISOR (Quien habla)
RECEPTOR (Quien escucha)
VAMOS A DEFINIR LAS PARTES
MAS DETALLADAMENTE
MAS DETALLADAMENTE
EL EMISOR.
Es la persona que codifica o produce un mensaje, dirigido a un receptor o varios receptores con la finalidad de dar a conocer una realidad.
No basta tener la idea exacta que queremos expresar, es necesario además que nuestro receptor la acepte, le guste, y eso se logra, dándole el tono adecuado, que no es mas que la forma peculiar de cada quien, de decir las cosas.
El tono expresivo demuestra el sentimiento íntimo del emisor.
Además de esto, el emisor debe llevar un orden lógico de lo que está hablando, no se puede comenzar a hablar de un carro, seguir con una lechosa, continuar con una novela y luego volver a hablar del carro.
Por ello debe emplearse un lenguaje sencillo y ordenado; siempre usando la palabra exacta, teniendo contacto permanente con el auditorio.
El emisor, ya se dirija a una o varias personas, deberá conocer que el equilibrio de su comunicación está en el receptor y que debe definirse en base a lo siguiente:
- Si el tema le interesa los receptores.
- Qué conocimiento posee el auditorio acerca del tema.
- Qué hacer en caso de que el receptor haga preguntas.
- Condiciones físicas del lugar en que se producirá la comunicación.
Una frase resume todo esto ‘pensar lo que decimos es el camino más corto para decir efectivamente lo que pensamos’’.
EL MENSAJE:
Es la idea que el emisor transmite al receptor o destinatario.
El mensaje debe ser claro, preciso y tener un objetivo fundamental; ser percibido y aceptado por los oyentes
EL RECEPTOR:
Es el oyente o interlocutor que recibe el mensaje, lo descifra, lo descodifica, lo interpreta. Es tan protagonista como el emisor, del proceso de la comunicación. Debe existir una comunicación estrecha entre el emisor y el receptor.
Algo muy importante, es que no todos los receptores son iguales, un mensaje puede ser dirigido a diversas personas y no surtir el mismo efecto en ninguno de ellos. De la actitud del receptor se deducirá si un mensaje ha sido exitoso o no, porque el o ella, dirá si se comprendió lo expuesto, si impactó, si consiguió su objetivo.
EL REFERENTE O REALIDAD: Es el contexto al que se refiere el mensaje, es la base de toda comunicación, la realidad objetiva, se le conoce también como Contexto situacional (situación), y se manifiesta como el argumento en que se transmite el mensaje y que contribuye a su significado. Ej.: Un semáforo en medio de una playa no emite ningún mensaje porque le falta contexto.
La consideración del contexto situacional del mensaje es siempre necesaria para su adecuada descodificación.
EL CANAL O MÉDIUM: Es el soporte físico constituido ya sea por la voz humana, la escritura, la música o cualquier otro medio que permita establecer y mantener la comunicación. El proceso de comunicación que emplea el código precisa de un canal para la transmisión de las señales.
El Canal sería el medio físico a través del cual se transmite la comunicación. Ej.: El aire en el caso de la voz y las ondas Hertzianas en el caso de la televisión.
EL CÓDIGO: Es el conjunto de signos y señales que se usan en la transmisión del mensaje. El código es el lenguaje común al emisor y al receptor, que le permite el entendimiento del mensaje.
Como sistema de signos y reglas, por un lado es arbitrario y por otra parte debe de estar organizado de antemano.
CODIFICACIÓN: Es la acción que realiza el emisor de escoger entre las unidades de su código, las que son adecuadas para formar el lenguaje que desea transmitir. La falta de codificación ocasiona oscuridad en el mensaje, sencillamente porque el emisor (a), debe ubicar las palabras convenientes para el mensaje que desea transmitir eficazmente.
El mensaje debe ser claro, preciso y tener un objetivo fundamental; ser percibido y aceptado por los oyentes
EL RECEPTOR:
Es el oyente o interlocutor que recibe el mensaje, lo descifra, lo descodifica, lo interpreta. Es tan protagonista como el emisor, del proceso de la comunicación. Debe existir una comunicación estrecha entre el emisor y el receptor.
Algo muy importante, es que no todos los receptores son iguales, un mensaje puede ser dirigido a diversas personas y no surtir el mismo efecto en ninguno de ellos. De la actitud del receptor se deducirá si un mensaje ha sido exitoso o no, porque el o ella, dirá si se comprendió lo expuesto, si impactó, si consiguió su objetivo.
EL REFERENTE O REALIDAD: Es el contexto al que se refiere el mensaje, es la base de toda comunicación, la realidad objetiva, se le conoce también como Contexto situacional (situación), y se manifiesta como el argumento en que se transmite el mensaje y que contribuye a su significado. Ej.: Un semáforo en medio de una playa no emite ningún mensaje porque le falta contexto.
La consideración del contexto situacional del mensaje es siempre necesaria para su adecuada descodificación.
EL CANAL O MÉDIUM: Es el soporte físico constituido ya sea por la voz humana, la escritura, la música o cualquier otro medio que permita establecer y mantener la comunicación. El proceso de comunicación que emplea el código precisa de un canal para la transmisión de las señales.
El Canal sería el medio físico a través del cual se transmite la comunicación. Ej.: El aire en el caso de la voz y las ondas Hertzianas en el caso de la televisión.
EL CÓDIGO: Es el conjunto de signos y señales que se usan en la transmisión del mensaje. El código es el lenguaje común al emisor y al receptor, que le permite el entendimiento del mensaje.
Como sistema de signos y reglas, por un lado es arbitrario y por otra parte debe de estar organizado de antemano.
CODIFICACIÓN: Es la acción que realiza el emisor de escoger entre las unidades de su código, las que son adecuadas para formar el lenguaje que desea transmitir. La falta de codificación ocasiona oscuridad en el mensaje, sencillamente porque el emisor (a), debe ubicar las palabras convenientes para el mensaje que desea transmitir eficazmente.