1. Aumentar y mejorar la formación lecto- educativa:
Generalmente los problemas de dicción obedecen a una mala formación lingüística y desconocimiento de la Gramática; Utilizar un modo correcto de respirar al hablar:
2. Cuando haga pausas o silencios, inhale o aspire suficientemente el aire por la nariz.
Nunca lo tome por la boca, se le resecará la
garganta.
Cuando hable expulse el aire por la boca, de forma natural y despacio.
Si siente que el aire se le termina, haga nueva pausa y respire. Esto evitará que entrecorte las palabras, porque no tiene aire.
3. Hablar despacio.
Por Dios, salvo que usted sea narrador de carreras de caballos o algo por el estilo, adopte una velocidad acomodada a usted mismo.
Si dispone de poco tiempo para decir lo que necesita, acorte el mensaje.
Mejor unas palabras cortas y sentidas, que un torrente de vocablos que haga sentir a la gente cansada.
Haga uso de los silencios, para tranquilizarse y calmar a su auditorio.
Le digo algo, mientras más de prisa habla, más difícil será ser escuchado, porque la voz instantáneamente reduce su volumen de audición.
A mayor rapidez, menos audición y comprensión.
4. Cuidar la articulación de las palabras.
Si le es trabajoso pronunciar ciertas palabras, baje la velocidad al hablar y divídalas en sílabas. EJ. No diga Otorrinolaringólogo, sino, otorrino- laringo- logo.
5. Adoptar una postura correcta del cuerpo.
Esta nos permite oxigenarlo y utilizar mejor las cuerdas vocales. Debemos recordar que un uso indebido de estas cuerdas provoca ronqueras y finalmente nódulos vocales.
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