
1. Porque nos respetamos a nosotros mismos y respetamos a nuestro público.
Esto significa que hemos analizado muy bien el mensaje que le vamos a transmitir, para el cual seleccionamos las palabras adecuadas, y que por tanto no confundiremos: 'deferente con diferente', alusiones con alucinaciones, sifilítico con filatélico y circuncisión con circunscripción para citar ejemplos.
2. Nos interesa nuestro público y como comprenden nuestras ideas.
Nos preocupamos porque nuestros interlocutores entiendan y compartan nuestro mensaje, para lo cual necesitan recibir palabras de fácil manejo y conocidas por todos.