Sir Winston Churchill
Estadista, orador y autor británico.
Fue primer ministro
(1940-1945, 1951-1955).
Unió a su pueblo durante la Segunda Guerra Mundial y lo llevó desde el borde de la derrota hasta la victoria.
Hablemos de el como orador tenaz.
La frase que se le atribuye

Existen diversas versiones acerca de que persona era la destinararia de tan acerbo comentario por parte de Sir Winston Churchill.
Pero lo cierto es que sin importar quien fuera el orador en cuestión, Churchill logró gracias a sus conocimientos sobre la oratoria y la erudicion excelente, reflejar en una frase breve el espíritu de la elocuencia y retórica plena: 'no bastan las palabras, es necesario que tengan sentido, orden y además encanto.
El gran orador y estadista británico conocía al dedillo las características de una alocución memorable:
1. Estructura (introducción, desarrollo y conclusión coherentes e interconectados).
2. Credibilidad (argumentos fundamentados y verificables).
3. Claridad (conceptos facilmente comprensibles e ideas sencillas).
4. Contenido impactante y relevante (temas importantes y aportadores de opciones y soluciones).
5. Enganche (consecución de la atención del público mediante el aporte de datos interesantes, anécdotas, testimonios y experiencias enriquecedoras).
6. Poder de impresionar, conmover y convencer (identificación emocional con la audiencia).
7. Cuidado exquisito del lenguaje (uso de palabras apropiadas y accesibles al público que escucha).
8. Uso de las herramientas de la comunicación efectiva (tono, entonación, ritmo, timbre, intensidad, inflexiones, etc).
La oratoria de Winston Churchill se destacó por su inigualable habilidad para inspirar, motivar y persuadir.
Su estilo elocuente y espontáneo, su manejo del lenguaje, su habilidad para transmitir mensajes determinantes y audaces en las grandes crisis, le hicieron dueño de un lugar preponderante en el mundo de la comunicación estratégica.
Churchill disponía y utilizaba con maestria instrumentos retóricos como la anáfora, la metáfora y la aliteración, para enfatizar sus puntos y hacer que sus palabras fueran memorables.
Su historico discurso del 13 de mayo de 1940, "Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor" (en inglés blood, toil, tears and sweat) es un modelo retórico brillante y creativo sobre el uso de los recursos estilísticos.
En el contexto del discurso, Churchill se dirigía a la Cámara de los Comunes y al pueblo británico para comunicarles la gravedad de la situación y la necesidad de un esfuerzo total para enfrentar la amenaza nazi.
Es una de sus más famosas piezas ya que capturó el espíritu de resistencia y determinación que caracterizó al pueblo británico durante la guerra.
En esta pieza oratoria Churchill utilizó con emoción y pasión la figura de la repetición para subrayar la gravedad de la situación en que se encotraba el pais que gobernaba.
Habló siempre con denuedo y firmeza para captar la atención de su audiencia y transmitir la relevancia de los temas que trataba.
Era un maestro en el arte de aprovechar el poder de las emociones para motivar a las personas a actuar.
Churchil supo llevar la táctica y estrategia oral a su máxima expresión con discursos que articulaban una visión clara y un sentido de propósito, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial.
Supo inspirar a la nación británica y a sus aliados a través de sus palabras, brindando esperanza y determinación en momentos difíciles.
Una figura que utilizó con singular destreza fue el humor y la autodeprecación (acto de menospreciarse a uno mismo, ya sea mediante comentarios o actitudes que minimizan o critican las propias habilidades, logros o cualidades) para conectar con su audiencia y suavizar la seriedad de sus mensajes, mostrando un lado más humano y accesible.
Churchill pronunció algunos de los discursos más famosos del siglo XX, como "Nunca nos rendiremos", "La batalla de Inglaterra" y "El telón de acero".
Su habilidad para comunicarse eficazmente fue crucial en su liderazgo y en la movilización de la resistencia británica durante la guerra.