Pero muchas veces pasa desapercibido el peso que ejerce el tono de la voz y la entonación de las palabras y frases, ingredientes que son cruciales para comunicar un mensaje con eficacia.
El tono y la entonación son dos conceptos relacionados pero distintos en lingüística y comunicación.
En el lenguaje hablado el tono se refiere a la cualidad de un sonido vocal que lo distingue de otro en cuanto a su altura, intensidad y duración.
El tono permite la percepción de la voz y su definición como aguda, grave o media y transmite emociones como alegría, tristeza, enojo, dudas, temor entre otras.
La entonación a su vez enfoca la variación en la altura tonal de la voz. La entonación incluye cambios en el tono a lo largo de una declaración o pregunta, permitiendo indicar si algo es una afirmación, una pregunta, una sorpresa, etc.
El tono y la entonación pueden cambiar por completo el significado de un mensaje, aunque las palabras sean las mismas.
Un tono positivo provoca un mensaje amistoso y acogedor.
Un tono negativo origina un mensaje crítico y distanciante.
Aspectos que el emisor del mensaje debe tomar en cuenta:
1. Prestar atención al tono en que habla y la entonación que usa porque es vital para lograr que sus palabras sean percibidas favorablemente por el oyente.
2. Estar consciente de que el tono y la entonación pueden influir en la respuesta emocional y en la interpretación del mensaje por parte del receptor.
3. Reconocer que el tono y la entonación pueden influir en la credibilidad, confianza y autoridad que se perciben de el como hablante.
Es bueno recordar que no siempre un comentario constructivo es bien recibido.
Aspectos que el receptor del mensaje debe tomar en cuenta:
1. Percibir como oyente que el tono y la entonación del interlocutor puede influir en la percepción, interpretación y respuesta al mensaje.
2. Valorar que el tono y entonación del orador o emisor puede moldear su respuesta emocional, influir en su opinión sobre el orador y, en última instancia, afectar las decisiones a tomar.
3. Captar que el emisor o expositor es humano sujeto a emociones o sentimientos subyacentes, que pueden afectar el contenido de lo que realmente desea expresar.
En conclusión podemos afirmar los siguientes preceptos sobre el tono y la entonación:
*Pueden influir en la recepción de un mensaje al transmitir información emocional sobre la actitud y la intención del hablante.
*Pueden indicar al oyente, entre otras cosas, el estado emocional, nivel de seguridad y grado de sinceridad del hablante.
Un orador con una voz monótona se percibe como desinteresado, indiferente y lejano.
Un orador con una voz dinámica es captado como entusiasta, creible y atractivo.
El tono y la entonación también puede enfatizar ciertas palabras o frases de un mensaje, dándoles mayor importancia o haciéndolas destacar, lo que puede influir aún más en la forma en que el oyente interpreta y responde al mensaje.