Hablar corto es más difícil que hablar largo.
Igual ocurre con la escritura.
Escribir conciso es más exigente que redactar grandes parrafadas.
La razon es que la brevedad no permite divagaciones ni entretenimientos; es esto y punto.
Harold Wilson, político británico del Partido Laborista, primer ministro del Reino Unido en dos ocasiones, lo sabía y por esto pronuncio esta reflexión llena de sinceridad y certeza.
Cuentan que cuando Wilson tenía ocho años viajó a Londres con su familia y se fotografió en la puerta del 10 de Downing Street (sede del gobierno ingles). Esa imagen se haría muy famosa cuando fue él quien ocupó la residencia del primer ministro años más tarde.
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