PERSUADIR, MANIPULAR, INFLUIR, CONVENCER. ¿ES LO MISMO? ¿INFLUYE EN SU OBJETIVO LA VELOCIDAD DE LAS PALABRAS?


A través de un mensaje o discurso bien estructurado y emotivamente pronunciado, el buen orador se propone actuar sobre el pensamiento o la conducta de los oyentes o receptores, reconociendo al mismo tiempo, que su forma de pensar y comportarse puede resultar afectada a su vez, por la respuesta que recibe del interlocutor o interlocutores.

La gran estrategia, es la persuasión, fascinación, atracción, impresión, el hechizo.

Persuadir: es tal vez, el verbo más empleado y practicado en todos los ámbitos profesionales.

Persigue conseguir mediante razones, que una persona piense de una manera determinada o que haga cierta cosa. Se aspira a una respuesta de adhesión o acción.

Muchos lo consideran un arte, otros uno de los más difíciles ejercicios de comunicación, ya que pretende modificar o alterar una idea o concepto, y se sabe que si hay algo verdaderamente complicado, es modificar las estructuras de pensamiento en las personas.

Manipular: es Influir a una persona o intervenir en un asunto de forma maliciosa y poco honesta para conseguir un fin determinado.

Es también manejar, controlar la conducta de una persona impidiendo que actúe con libertad.

Muchos confunden persuadir con manipular. Y no son lo mismo, aunque en apariencia, puedan parecer sinónimos.

En realidad tienen un punto semántico en común: los dos vocablos significan convencer. La diferencia radica en la actitud e intención.

En la persuasión se persigue la ganancia mutua (un vendedor tratará de persuadir a su cliente para que le compre su producto o servicio).

Este ganará con la transacción, y el comprador con las bondades que el producto o servicio le proporcione.

En la manipulación, una o varias personas salen gananciosas, en detrimento de otra u otras.

Influir: es otro verbo que “suena” similar. Conlleva determinar o alterar una persona la forma de pensar o de actuar de otra u otras personas.

En realidad a lo largo de nuestra vida "influenciamos" de manera continuada, pero sólo algunas veces "persuadimos". La diferencia entre los dos términos está en la voluntad aplicada.

Influimos sin querer, con nuestro comportamiento o conocimiento, por las envidias que suscitan las cosas que poseemos, por como somos, etc.

Las personas que influencian no pretenden cambiar las actitudes de otras personas. Quien persuade sí quiere modificar las actuaciones de otros y por consiguiente se esfuerza en ello.

Convencer: Tiene dos acepciones básicas y significativas;

1. Conseguir mediante razones, que una persona actúe o piense de un modo que inicialmente no era el deseado por ella.

2. Agradar o no agradar algo o alguien a una persona. Ejemplo, “no me convence ese negocio”. “Estoy convencida de que ese es el camino”.

LA VELOCIDAD AL HABLAR.

Con respecto a este tema de la persuasión y la convicción, la revista “Muy Interesante”, publicó un estudio sobre persuadir y convencer, dependiendo de la velocidad con la que se habla.

Señala que a la hora de persuadir o convencer a los demás con nuestras palabras, la velocidad del discurso influye.

Investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), han comprobado mediante el análisis de cerca de 1.400 entrevistas telefónicas realizadas por 100 hombres y mujeres que intentaban persuadir a sus interlocutores, que independientemente de los argumentos, hablando a un ritmo de alrededor de 3,5 palabras por segundo convencemos mucho más a las personas que nos escuchan que si hablamos más rápido o más lento.

Los parámetros analizados fueron, fluidez, tono, velocidad y las inflexiones de la voz.

Encontraron que el principal parámetro a tener en cuenta es la velocidad.

Así, las personas que hablan muy rápido se perciben como poco sinceras. Y a las que hablan demasiado lento se les considera poco inteligentes.

Otro factor a tener en cuenta a la hora de convencer a alguien o hacerle cambiar de opinión son las pausas.

Los investigadores encontraron que hacer pausas cortas frecuentes era más eficaz que un discurso fluido. Hacer en torno a 4 ó 5 pausas cada minuto, normalmente en silencio, suena más natural.

Finalmente, según revelaron en la presentación del estudio durante la reunión anual de la Asociación Estadounidense para la Investigación de la Opinión Pública, los científicos descubrieron que demasiada inflexión en el tono suena artificial, como si nuestro interlocutor se estuviera esforzando demasiado.

En cuanto al tono, los entrevistadores masculinos con voces graves resultaron ser más persuasivos.

En las mujeres, sin embargo, los cambios en el tono de voz no parecían tener ningún efecto.

Comentarios


Es la comunicación más habitual. Se realiza por medio de la palabra oral o escrita. La llamamos;

Es la comunicación más habitual. Se realiza por medio de la palabra oral o escrita. La llamamos;
Mediante ella las personas transmiten ideas, pensamientos, sentimientos o información a través de la pronunciación o la escritura.

1


Esta otra manera de comunicar se produce con nuestros gestos, ademanes y modales. La llamamos;

Esta otra manera de comunicar se produce con nuestros gestos, ademanes y modales. La llamamos;
No utiliza palabras. Conforma el lenguaje aparentemente mudo, que transmite con el cuerpo más informacion que las palabras mismas.

2


Esta comunicación es el conjunto de elementos vocales que acompañan las palabras. La llamamos;

Esta comunicación es el conjunto de elementos vocales que acompañan las palabras. La llamamos;
Se refiere a cómo decimos las cosas, no al contenido de las palabras. No se trata de qué se dice, sino de cómo se dice. Incluye aspectos como el tono, volumen, ritmo, entonación, pausas y velocidad del habla, los cuales pueden reforzar, contradecir o modificar el mensaje

3


Esta comprende todos los elementos no verbales que acompañan o sustituyen el habla. La llamamos;

Esta comprende todos los elementos no verbales que acompañan o sustituyen el habla. La llamamos;
Ayudan a expresar emociones, actitudes o intenciones. Incluye tanto los aspectos paraverbales (voz, tono, ritmo) como los sonidos no lingüísticos (suspiros, risas, gemidos, silencios) y ciertos gestos o expresiones faciales que complementan el mensaje.

4


Las formas diversas de exponer la palabra hablada constituyen los:

5


Para convencer, persuadir, orientar e informar:

6


Impactan las épocas, transforman las circunstancias:

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Ofrece la oportunidad de ser un expositor magistral:

8


Promueve la libre discusión de ideas:

9


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