Luego de que el venezolano Henry Damon, de 37 años, casado y padre de un niño, se realizó modificaciones extremas en su rostro hasta parecerse al villano Red Skull (Calavera Roja), el principal enemigo del Capitán América, (un antiheroe), me he quedado meditando sobre la cultura comunicativa que vive nuestra sociedad, respecto a decir "bueno a lo malo y malo a lo bueno".
Pero antes, ¿qué es un antihéroe?: Según wikipedia:
“Un antihéroe hace referencia a un personaje de ficción que tiene algunas características que son antiéticas comparadas con las del héroe tradicional. Un antihéroe en los libros y películas actuales generalmente realizará actos que son juzgados “heroicos”, pero lo hará con métodos o intenciones que no lo son tanto.”
En ese sentido, veo como los Comics o como le llamáramos anteriormente, "muñequitos" promueven los anti-valores y la maldad.
Estupefacta vi como Gatubela y el Guazón tomaban protagonismo ante Batman convirtiéndose en protagonistas de películas.
Otros tristes modelos de películas como "Maléfica"
protagonizada por Angelina Jolie, donde la malvada bruja de la Bella Durmiente, se transforma en la protagonista, nos hacen temer que desde la comunicación se atenta contra el sano crecimiento de los niños.
No lejos queda Lex Luthor, el enemigo de Superman, que termina arrebatandole el éxito al héroe de Criptón.
Consultando con mis hijos, conozco otros demoníacos personajes, cuya misión es romper la lucha que por el bien, han tenido los personajes de acciones nobles.
Esto es, hermanos, lo que están a diario viendo nuestros hijos.
Es un caza recompensa intergaláctico sin ningún remordimiento a la hora de maltratar o matar a sus víctimas. Lo hace todo con una gran sonrisa y, aunque parezca increíble, mata desde que nació. Destruyo su propio planeta para ser el único de su especie, y un dato más curioso es que es inmortal y no por que sea una habilidad de su raza si no que su maldad le dio una fama suficiente para ser rechazado en el cielo y en el infierno.
Deseo recomendar el editorial del periódico El caribe "Vivo y forrado de billetes", donde se hace una crítica constructiva sobre como nuestro país, de una forma u otra, está absorbiendo los cánones que rigen las culturas de países altamente industrializados, como Estados Unidos, para citar un ejemplo.

Sin embargo, todavía hay dominicanos que tenemos el valor y la moral de inducir a nuestros hijos, en el camino del buen hacer, en la ruta del estudio y la preparación para lograr, claro, lentamente, como debe ser, el éxito anhelado.
Todavía nos sobran fuerzas, para hacerles conocer el contraste entre el bien y el mal. Que las riquezas mal habidas se quedan en la tierra, pero que las buenas acciones, trascienden las generaciones y llegan al cielo.
NINGÚN MALO, QUEDÓ BIEN. ¡ANÓTELO!