La Difamación, es sinónimo de: Calumnia,
impostura, imputación, falsa acusación, sambenito, descrédito, falacia,
maledicencia.
Se define también como la ofensa a una persona, grupo o institución en
su fama o en su honra, especialmente en público o en un medio público. Envuelve siempre, una declaración pública contra la
reputación, con el ánimo de dañar la imagen de alguien o algo, en su
honorabilidad y dignidad.
La difamación, cuando viene por
medio escrito, y no verbal, también es denominada como "libelo",
también se considera libelo la comunicación o difamación por medio de Internet,
o por medios de larga duración como películas o libros.
En las legislaciones de muchos
países, la difamación constituye tanto
un delito civil como un delito penal. Dicho de otro modo, una persona puede ser
demandada por la persona afectada reclamando una compensación o ser penalmente
perseguida por el Estado.
En los sistemas jurídicos
modernos se trata ya el término “ley de difamación” y se usa para referirse a
cualquier ley relativa a la protección de la reputación o los sentimientos de
los individuos.
Todos los países cuentan con
leyes de difamación, aunque existe una variedad de términos para describirlas,
incluyendo entre ellos el libelo, la calumnia, la difamación, el insulto o
injuria y el desacato.
La forma y el contenido de estas
leyes difiere mucho de un país a otro como señala el sitio web, Article 19, que refiere que en algunos lugares,
existe un “código de difamación” especializado, pero en la mayoría de los
países se encuentran artículos tratando del tema entre las leyes más generales,
tal como los códigos civil o criminal.
Una buena ley de difamación es la que establece
un equilibrio apropiado entre la
protección de la reputación de los individuos y la libertad de expresión.
Una ley de
difamación es una ley cuyo propósito es el de proteger a las personas o
instituciones contra las declaraciones de hechos falsos que causen daño a sus
reputaciones.
Esta
definición entraña cuatro elementos requeridos
para ser difamatoria una declaración:
1.
Ser falsa.
2.
Ser de una naturaleza basada en hechos.
3.
Causar daños.
4. Que estos daños sean, a la reputación de la
persona correspondiente. Es decir, que
la declaración en cuestión deberá haber sido leída, oída o vista por otros.
Muchas leyes de difamación alrededor del mundo
no cumplen con esta definición.
