Douglas Engelbart, inventor del primer mouse y responsable de numerosas contribuciones en el desarrollo de la computación moderna, fallecido el pasado 3 de julio a los 88 años, legó a la humanidad un instrumento que mejoró extraordinariamente la interacción con las computadoras existentes en ese momento.
Engelbart fue pionero en el uso de interfaces de usuario, videoconferencias, hipervínculos, edición compartida de textos digitales y otras tecnologías que son usadas diariamente por millones de usuarios en todo el mundo.
Cuatro años después, en lo que fue conocido como “la madre de todas las demostraciones” (incluyó una videoconferencia con un colega que se encontraba a 30 Km de distancia), fue presentado el revolucionario dispositivo ante la audiencia presente en el Brooks Hall de San Francisco.
Ese evento reveló además otra de las grandes innovaciones del siglo XX: ARPANET, que años después daría lugar al nacimiento de internet. Engelbart no fue ajeno a este desarrollo: la computadora que utilizaba en Standford fue el segundo nodo conectado a esta red.
Respecto a la denominación “mouse”, en un reciente artículo de The New York Times, su hija Christina aseguró que el invento recibió ese nombre ya que el equipo de investigación lo llamaba así “cariñosamente”. Su padre, en cambio, se refería a el como el “indicador de posición XY para sistemas de visualización”. Como era de esperar, la denominación más sencilla fue la más popular.
En sus últimos años, Engelbart continuó ligado a la industria e incluso siguió de cerca la evolución del mouse. En el año 2000, fue condecorado por la Casa Blanca con la Medalla Nacional de Tecnología e Innovación, el máximo reconocimiento en tecnología otorgado por el gobierno de los Estados Unidos.
