EL REMEDIO INFALIBLE PARA EL MIEDO ESCÉNICO; ENTENDER QUE SOLO SE IMPROVISAN LAS PALABRAS, NO LAS IDEAS.


No crea el viejo  cuento de los oradores exitosos que hablan así porque sí.

Cualquier situación en la que nos toque hablar en público es una actuación.

Es normal la preocupación, pero debemos entender que se trata de algo que nos representará beneficios y para obtenerlo debemos tener la serenidad y el sosiego que nos permitan hilar los conceptos y finalmente las ideas.

Se habla mucho de improvisar las palabras, pero antes de que esto ocurra, tienen que estar fijas las ideas a expresar, porque la boca no habla sola. Se rige por el impulso y dirección del cerebro.

Si estamos hablando para una multitud de trescientos o de tres, para el profesional o el obrero, el rico o el pobre, o incluso para una grabadora o audiencia imaginaria, en el momento que somos conscientes de que estamos siendo escuchados, estamos entonces  actuando y tenemos la oportunidad de practicar las habilidades de crear diálogos, cohesionarlos y convertirlos en una  actuación, por medio de las palabras.

 Actuar al exponer es una habilidad como cualquier otra y hay que aprenderla. Negar esto, nos convierte en expositores incompletos, estáticos, inermes y sumamente aburridos. Nadie pierde su tiempo viendo gente desanimada e insípida.

A la hora de hablar en público, debemos proponer en nuestra mente y corazón realizar la mejor actuación posible y ella se basará en expresarse con corrección, seguridad y contenido.

Lo mejor es,  tener bien claro y delimitado cual es el mensaje que  expresaremos, fijarlo en nuestro cerebro, practicar nuestros movimientos y proceder entonces a la más brillante de nuestras exposiciones y actuaciones.

La parte que preocupa a la gente es que casi nunca se habla tan bien en el escenario como en la casa. Se prepara un mensaje de una manera y a la hora de estar en público, el mensaje cambia, porque los nervios atacaron, se olvidaron conceptos o se produjo un imprevisto.

Esto sin embargo, no debe ser un obstáculo para salirnos con la nuestra a la hora de expresarnos.

La parte buena es,  que conforme aumenta la capacidad de hablar en la casa, la capacidad de actuación sobre el escenario también se incrementa proporcionalmente. Mientras usted más practique en la casa, más se exprese en privado, tanto mejor lo hará en público.

No esperemos que toda actuación sea la mejor. Cierto es que en cada actuación hay que esforzarse, no tanto para alcanzar la perfección sino, para conseguir consistencia. Hay que procurar conseguir un nivel constante y firme.

 Es importante recordar que sobre el escenario no hay palabras ni ideas fáciles. Si siempre intentamos hablar por encima de nuestras capacidades nunca progresaremos como intérpretes de la expresión sobre la escena. Ningún discurso es demasiado fácil.

Cuando hablamos, la audiencia no sabe (a menos que lo proyectemos) si estamos en un momento fácil o difícil, esto sinceramente no le importa al público, que está en ese lugar para informarse, entretenerse u orientarse. Al gran público le debemos todo nuestro respeto.


No proyectemos nuestras inseguridades en el público que escucha; ellos no las quieren. 

Mantengamos la concentración en las cuestiones técnicas  a vencer, pero sobre todo, centrémonos en el resultado que queremos transmitir. Seamos artistas del mensaje, no atletas.

Comentarios


Es la comunicación más habitual. Se realiza por medio de la palabra oral o escrita. La llamamos;

Es la comunicación más habitual. Se realiza por medio de la palabra oral o escrita. La llamamos;
Mediante ella las personas transmiten ideas, pensamientos, sentimientos o información a través de la pronunciación o la escritura.

Esta otra manera de comunicar se produce con nuestros gestos, ademanes y modales. La llamamos;

Esta otra manera de comunicar se produce con nuestros gestos, ademanes y modales. La llamamos;
No utiliza palabras. Conforma el lenguaje aparentemente mudo, que transmite con el cuerpo más informacion que las palabras mismas.

Esta comunicación es el conjunto de elementos vocales que acompañan las palabras. La llamamos;

Esta comunicación es el conjunto de elementos vocales que acompañan las palabras. La llamamos;
Se refiere a cómo decimos las cosas, no al contenido de las palabras. No se trata de qué se dice, sino de cómo se dice. Incluye aspectos como el tono, volumen, ritmo, entonación, pausas y velocidad del habla, los cuales pueden reforzar, contradecir o modificar el mensaje

Esta comunicación comprende elementos no verbales que acompañan o sustituyen el habla. La llamamos;

Esta comunicación comprende elementos no verbales que acompañan o sustituyen el habla. La llamamos;
Ayudan a expresar emociones, actitudes o intenciones. Incluye tanto los aspectos paraverbales (voz, tono, ritmo) como los sonidos no lingüísticos (suspiros, risas, gemidos, silencios) y ciertos gestos o expresiones faciales que complementan el mensaje.

Las formas diversas de exponer la palabra hablada constituyen los:


Para convencer, persuadir, orientar e informar:


Impactan las épocas, transforman las circunstancias:


Ofrece la oportunidad de ser un expositor magistral:


Promueve la libre discusión de ideas:


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