EL OBSTÁCULO MÁS GRANDE: EL MIEDO.
Los perfectos comunicadores, no pueden, ni deben, tener miedo. La comunicación requiere valor, convicción, defensa de lo que se piensa y arrojo para transmitirlo. Por tanto, lo primero que los oradores de éxito, sacarán de sus vidas, será el temor, la desconfianza y la inseguridad.
No merece hablar, aquel que no es capaz de defender con la vida si es posible, su opinión. Los valientes, en oratoria, arrebatarán los públicos y arrastrarán las simpatías.
EL DÍA MÁS BELLO: EL DE HOY
Quien transmite mensajes, debe tener como norte de su vida el positivismo, el optimismo y la certeza de que cada día que Dios regala, viene con el sello de la oportunidad. Claro está entonces, que los triunfadores, ven el día de hoy, como una gran oportunidad para aprender, cambiar y mejorar.
EL SENTIMIENTO MÁS VIL: LA ENVIDIA
La envidia, arrasa el corazón, como un voraz incendio un sembradío. Los perfectos comunicadores no envidian a nadie, están atentos a pulir y desarrollar los talentos que Dios les regaló. Entienden que los demás tienen sus aptitudes y ellos se alegran de que así sea.
EL REGALO MÁS HERMOSO: EL PERDÓN
Un corazón perdonador lleva dentro de si el germen del crecimiento. Los oradores que perdonan, evolucionan, amplían sus territorios, progresan y suman porque no acumulan cargas inútiles.
EL MAYOR CONOCIMIENTO: DIOS porque es el dador de la vida, conocerle, es equivalente a tener una cantera inagotable de sabiduría. No conocerle, es privarse de desarrollar y adquirir las cosas maravillosas que solo un alma creyente puede recibir.
LA PEOR BANCARROTA: EL DESÁNIMO
La historia está llena de héroes y heroínas. Todos tienen un denominador común, no se desanimaron.
Siguieron hacia delante, no importó quien o quienes le derribaran o intentaran socavarlo, siempre supieron que lo importante es que al caer, podemos levantarnos. Los grandes comunicadores, no piensan en el desanimo. Son gente de mirada alta.
Ven un vaso medio lleno, en lugar del medio vacío que verían los frustrados. Al animar su alma, los comunicadores alientan lo que expresan. ¿SABE QUE?, SON MAS LOS QUE SE HAN RETIRADO, QUE LOS QUE HAN FRACASADO.
EL MÁS GRANDE DEFECTO: EL EGOÍSMO.
Ser egoísta es una inmensa limitación, en el camino a la comunicación vigorosa. La esencia de los buenos comunicadores está en la sensibilidad, pero el egoísmo la mata.
Quien solo piensa en si mismo, nunca avanzará en la comunicación, por que ella indica correr, dar, soltar, desprender.
El materialismo del egoísmo, mata la musa inspiradora de la transmisión de ideas y conceptos. Nunca un egoísta ha llegado lejos.
LOS MEJORES MAESTROS: LOS NIÑOS.
Los niños son los maestros por naturaleza. El ejemplo mas elocuente para un gran comunicador (a) son los infantes.
Expresan su pensamiento libremente, no mienten al hacerlo y hablan sin odios, porque saben perdonar. Los niños no guardan rencores, por eso sus palabras son siempre suaves y dulces. Hay en los medios de comunicación y en la sociedad en general, mucha gente talentosa y estudiada, que lamentablemente no comunica.
No porque no saben hacerlo, sino porque no pueden. Sus resquemores se lo impiden, solo dejan brotar de ellos antipatías, animadversiones, aborrecimientos. Imitemos a los niños.
LO MÁS MARAVILLOSO DEL MUNDO: EL AMOR. El amor es la clave, el punto de coincidencia entre los conceptos. El justo equilibrio de los sentidos. La comunicación que tiene el amor como ingrediente, es fluida, sincera, práctica, convincente y persuasiva.
