1. SOMOS: LO QUE LOS DEMÁS CREEN QUE SOMOS.
Si nuestros interlocutores y/o receptores perciben en nosotros seguridad, confianza, convicción, ingenio, conocimientos y autenticidad, se mostrarán afectos y consecuentes con nuestras ideas y acciones. Estarán dispuestos a seguirnos.
Si es lo contrario, tendremos a nuestro alrededor personas, dudosas, atemorizadas, y no deseosas de apoyarnos. La gente cree lo que ve, no lo que es.
Si es lo contrario, tendremos a nuestro alrededor personas, dudosas, atemorizadas, y no deseosas de apoyarnos. La gente cree lo que ve, no lo que es.
2. SEREMOS SIEMPRE:
DUEÑOS DE LO QUE CALLAMOS.
ESCLAVOS DE LO QUE DECIMOS
Lo que nuestra boca habla: Salva o condena. Debemos tenerlo siempre presente.
UNA FRASE PARA LA HISTORIA. "Rara vez, nos arrepentimos de haber hablado poco. Muchas, de haber dicho demasiado; Máxima trivial que todo el mundo sabe y Todo el mundo olvida". (La Bruyere)
