Existe una amplia y profunda relación entre las palabras y los hechos: las palabras identifican y refrendan lo que los acontecimientos producen.
'La pluviofobia' es una muestra de esta realidad y lo podemos constatar en el oportuno artículo de Fundéu.do en el que señala puntos importantes sobre esta fobia que crece por motivo de las tragedias registradas en diversas partes del mundo y que ya tienen una expresión escrita y hablada para definir el terror hacia ellas.
"El sustantivo pluviofobia es adecuado para referirse al miedo irracional a la lluvia (sobre todo si es abundante). Es una voz bien formada en español a partir del adjetivo pluvial (‘perteneciente o relativo a la lluvia’) y el elemento compositivo de origen grecolatino fobia, que el Diccionario de la lengua española recoge con los sentidos de ‘aversión’ o ‘rechazo’."
La pluviofobia puede estar vinculada a:
1. Experiencias traumáticas: Haber vivido eventos desagradables relacionados con la lluvia, como inundaciones, accidentes o situaciones de peligro.
2. Factores culturales o aprendidos: Creencias transmitidas en la infancia o en el entorno familiar que asocien la lluvia con peligro, enfermedad o negatividad.
3. Ansiedad generalizada: Las personas con tendencias ansiosas pueden desarrollar miedos específicos, como la pluviofobia.
4. Asociaciones negativas: La lluvia puede evocar sensaciones de tristeza o vulnerabilidad, lo que puede intensificar el rechazo.
El diagnóstico y tratamiento de la pluviofobia suelen abordarse dentro del campo de la psicología o la psiquiatría.