Foto, periódico El País de España.
La portada de este artículo se basa en una imagen del prestigioso periódico el País de España y aborda el caso de una persona poliglota (capacitada para hablar y dominar varios idiomas).
Se entiende que tiene educación y cultura suficiente además de una marcada inteligencia qué le permite comunicarse en diferentes lenguas.
Sin embargo tiene una barrera: habla solo.
No oye (cierra los oídos) ni mucho menos escucha (cierra la mente) solo lnteresa su punto de vista.
Por tanto forma parte del grupo de los egocéntricos que rompen la cadena de la comunicación.
Si solo habla y no escucha, es incapaz de comunicar porque la comunicación es bilateral, se basa en la retroalimentación de ideas.
Esto es saber escuchar lo que dicen los demas, asimilarlo y comprenderlo.
Se necesita un emisor qué hable, un mensaje, un código, un canal, un referente y un receptor que escuche.
Pero también se requiere que el receptor se convierta en emisor (qué hable) y el emisor pase a ser receptor (qué escuche), para que se complete el proceso comunicativo.
De nada vale hablar muchos idiomas y ser un erudito en ciencias, artes, letras y tecnologías sino sabe escuchar y comunicar.
Lo ideal es expresar lo que se siente y piensa, pero teniendo la inteligencia y la voluntad de saber escuchar el parecer de los demás.