La inhibición oratoria (fobia, miedo) no discrimina; abogados, médicos, políticos, docentes, vendedores, y todo aquel que ejerce la palabra hablada como parte de su profesión sufre, en mayor o menor medida, de este "virus"..."
Al iniciar un discurso, deber hacer lo siguiente:
Relajarse: para ello debe inspirar y espirar varias veces, llevando el aire al abdomen, y espirando suavemente por la boca.
Concentrarse: pensar firmemente en las ideas o conceptos, y
abstraerse lo más posible del entorno, sobre todo en los momentos previos a la exposición.
Articular y vocalizar las palabras: no sólo hará más entendible el discurso sino que, además, le otorgará verosimilitud.
Silencios: tener en cuenta, sobre todo, el silencioinicial y el previo al cierre de un discurso (además de los propuestos por los signos de puntuación durante la elocución).
Matizar: dramatizar e interpretar las ideas.
Vitalizar le elocución.