El don de oír y el arte de escuchar, debe ser retomado en estos días donde el principio de la escucha activa languidece.
Las cinco diferencias entre oir y escuchar:
1) Oír es pasivo, escuchar es activo;
2) Oír es un sentido, escuchar es una habilidad;
3) Oir es involuntario, escuchar requiere atención;
4) Oir es recibir sonido, escuchar es comprenderlo;
5) Oir no requiere memoria, escuchar implica recordar e interpretar.
La diferencia entre "oír" y "escuchar" radica principalmente en el nivel de atención y concentración involucrado.
Vamos a verlo más a fondo:
Oír: Es el acto físico de percibir sonidos a través del sentido del oído.
No requiere atención consciente. Es de naturaleza pasiva.
Simplemente recibimos información auditiva sin necesariamente prestarle interés.
Ejemplo: Puedes oír el ruido del tráfico mientras trabajas en tu oficina, sin prestarle atención.
Escuchar: Es el acto de prestar atención activa y consciente a lo que se oye, interpretando y comprendiendo su significado.
Requiere una atención consciente y un esfuerzo mental para procesar lo que se oye.
Es de naturaleza activa. Implica una intención y interés en comprender lo que se oye.
Ejemplo: Escuchar a un amigo mientras te cuenta una historia personal.
En resumen, oír es simplemente recibir sonidos, mientras que escuchar implica procesar y dar significado a esos sonidos.
Ser un buen oyente, significa ser un buen escuchador.