El discurso de despedida del señor Bryan Dyson, ex-presidente de Coca-Cola Company, en el año 1994, fue uno de los discursos más cortos que recordamos (30 segundos), pero por su poderoso mensaje, y pese a los años transcurridos, ha sido uno de los mas republicados a lo largo de los años.
En este mensaje hablaba sobre el trabajo, la familia, la salud, los amigos y la vida espiritual.
Su historia con la compañía inició en 1959 al unirse a Coca Cola Co. en Venezuela y trabajar durante muchos años en América del Sur, el Caribe y México.
En 1978 el Sr. Dyson fue nombrado el presidente de Coca-Cola EE.UU.. En 1983 fue nombrado presidente de Coca-Cola North America, con la responsabilidad de dirigir toda la Compañía en América del Norte. En 1986 Bryan fue nombrado presidente y director general (CEO) de Coca-Cola Enterprises (CCE).
Se desempeñó como consultor senior de The Coca-Cola entre enero de 1992 y octubre de 1993. Se retiró de Coca-Cola en 1994, pero se mantuvo activo como consultor de la Compañía. En agosto de 2001 salió de su retiro y aceptó el cargo de Vicepresidente y Director General de Operaciones (COO) de The Coca-Cola Company.
Finalmente, estas son algunas lecciones de vida que este señor compartió hace varios años en un discurso a los graduados en una Universidad.
No socaves tu valor al compararte con los demás. Somos especiales porque somos diferentes los unos de los otros.
No establezcas tus metas en base a lo que otros piensan que es importante. Sólo tú sabes qué es mejor para ti.
No descuides lo que más quieres. Aférrate a ello como si fuera tu vida, ya que sin ello, la vida no vale nada.
No dejes que tu vida se escape de tus manos viviendo en el pasado o en el futuro. Al vivir tu vida un día a la vez, vives todos los días de tu vida.
No te rindas cuando todavía tienes mucho que dar. En realidad nada termina hasta que dejas de intentarlo.
No le tengas miedo a admitir que no eres perfecto. La fragilidad es lo que nos une.
No tengas miedo a los riesgos. Arriesgándonos es como aprendemos a formar nuestro camino.
No alejes el amor de tu vida con el pretexto de que no tienes tiempo. La mejor forma de recibir amor, es dándolo; la manera más rápida de perder el amor es asfixiándolo; y la mejor manera de conservarlo ¡es dándole alas!
No vayas por la vida tan rápido que te olvides no sólo de dónde vienes, sino también de a dónde te diriges.
No olvides que la necesidad más fuerte de una persona es sentirse apreciada.
No tengas miedo a aprender. El conocimiento no pesa, es un tesoro que siempre puedes llevar contigo.
No uses el tiempo ni las palabras a la ligera. Ninguno de los dos puede recuperarse. La vida no es una carrera, sino un viaje que debe disfrutarse a cada paso…
Fuente: Emprendices.
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