Ella espera sentencia definitiva a finales de septiembre del año 2022.
Pero antes y sentada ante un tribunal federal, fue declarada culpable de cuatro de los 11cargos de fraude que se le imputan, tras catorce años de traicionar la confianza de inversionistas, proyectar la falsa máscara de la genialidad basada en una revolución científica y lo peor de todo, jugar con la salud y la vida de la gente.
La empresaria inició su escalada a la cima gracias a su supuesto sistema revolucionario de análisis sanguíneo tras la fundación de su propia compañía "Theranos" (un anagrama de terapia y diagnóstico) y puso de nombre "Edison", a su invento estrella, un pequeño dispositivo doméstico, que con un pinchazo de sangre extraída de la punta de un dedo, podía "diagnosticar" infinidad de enfermedades y por tanto, salvaría las vidas de millones de seres humanos.
En sus días de gloria fue llamada "la próxima Steve Jobs". La euforia fue tan grande que hasta vestía siempre de negro emulando al fallecido genio de la computación.
El homenaje del mundo a esta ex estudiante de medicina que abandonó la universidad a los 19 años para lanzar un mega proyecto revolucionario que cambiaría el mundo y supuestamente pensado para el bienestar de la gente, hizo que multimillonarios invirtieran cantidades increíbles de dinero en un proyecto sin fundamento científico y en una ídolo de pies de barros.
La prensa ha dado cobertura amplia y ofrecido detalles exhaustivos del historial delictivo de Elizabeth Holmes, la joven mujer que de promesa de Silicón Valley (Valle del Silicio, en español como se le conoce a esa parte de California) pasó a ser la encarnación misma del daño, la codicia y el desinterés por las necesidades de la salud de la gente
Informes dan cuenta de los daños irreparables ocasionados a miles de personas que recibieron diagnósticos errados porque en sus casos se utilizó esta metodología ficticia..
Quedo asombrada al saber como con los avances de la ciencia, el desarrollo de la tecnología y la inmensa cobertura mediática, esta mujer llegara tan lejos.
Fue y quizás es, una encantadora de serpientes que le dio a la gente lo que le gusta; la farsa y el engaño, sustentadas en despampanantes portadas en revistas especializadas como Fortune y reportajes en medios exclusivos como The New York Times para citar un ejemplo.
Económicamente, convenció a gente con mucho poder y dinero para que invirtieran en ella.
A Forbes (no sé cómo), le hizo creer que su fortuna era de 4.500 millones de dólares y la declaró la mujer multimillonaria más joven al tener semejante patrimonio neto a la edad de 31 años.
Son muchas las victimas que creyeron en la fórmula mágica. Pero lo que mas llama la atención es que gente de tanta experiencia y poder se aventurara en este colosal fraude.
Resaltan casos como el de Rupert Murdoch, el magnate de los medios de comunicación, quien invirtió y perdió más de 125 millones de dólares, Betsy DeVos y su familia invirtieron más de 100 millones de dólares, la familia Walton, dueña de Walmart, también aportó más de 150 millones de dólares en Theranos.
La lista es grande y desconcertante.
La interrogante es ¿Cómo queda Silicon Valley moralmente luego de respaldar por comisión u omisión este gigantesco engaño?
¿Qué hay de la cantidad inmensa de personas que recibieron diagnósticos erróneos y agravaron sus estatus médicos y hasta fallecieron?
¿Hasta dónde la tecnología seguirá haciendo cuentos de sapos convertidos en en príncipes?
Las respuestas como siempre, las dará el tiempo.
#enotipalabras
