Son palabras parónimas o parecidas que no deben ser confundidas al escribirse ni hablarlas.
De lo contrario veríamos o escucharíamos esto:
"El ventrículo hace creer que el muñeco es el que habla."
Pero el ventrículo no habla con ningún muñeco, sino que está dentro del cuerpo.
"El Ventrílocuo no está funcionando en el cerebro".
Resulta que el ventrílocuo no es un órgano del cuerpo sino un artista que sabe usar su voz en variadas formas.