El director ejecutivo de un departamento de Relaciones Públicas o de nombre parecido, suele tener uno de los siguientes cargos: gerente, director, encargado o vice-presidente.
Un vice-presidente de comunicación corporativa puede ser responsable de otras actividades como comunicación de marketing y publicidad.
Las secciones más frecuentes dentro de un activo departamento son: Relaciones con los medios de comunicación o prensa, Relaciones con la comunidad, Relaciones con el sector público, comunicación de marketing y publicidad, comunicación con el personal de la institución o empresa y protocolo.
Los miembros del personal de Relaciones Públicas por ejemplo, pueden aprovechar los beneficios de una encuesta a la comunidad para constatar si la gente conoce o no la institución o empresa.
Para poder manejar y mejorar las relaciones con la comunidad y el conocimiento que esta tiene de la institución o empresa, el departamento de Relaciones Públicas puede recomendar a la alta dirección, una jornada de “puertas abiertas”, para mostrar a su trabajo, utilizando variados mecanismos de exhibición e intercambio de impresiones.
Aunque los departamentos de Relaciones Publicas solo pueden funcionar con la autorización de la alta dirección, existen diversos grados de influencia que pueden ejercer:
1. Acceso a la dirección: El poder e influencia del departamento de Relaciones Públicas suele derivar del acceso que tenga a la alta dirección que utiliza sus consejos y recomendaciones para formular sus políticas de actuación.
Es por esto que los departamentos de Relaciones Públicas se sitúan en una parte alta del organigrama y se les pide que realicen recomendaciones e informes sobre cuestiones que afecten a la empresa. Actualmente, la aceptación o rechazo por el público de una determinada política, es un factor importante en el proceso de toma de decisiones. Es esto tan importante en la institución o empresa, como la actualización tecnológica e informática o los aspectos financieros de la misma.
2. Niveles de influencia: El relacionista debe funcionar con diversos grados de influencia y autoridad. Cuando las Relaciones Públicas ejercen una función de mera asesoría, no resultan efectivas.
Dos ejemplos ilustran claramente esta situación:
a. La crisis que se produjo por el derrame de crudo en Alaska, por el buque Exxon.
Fue relegada a su más mínima expresión la función de Relaciones Públicas, resultando una oleada de críticas desde todos los públicos existentes hacia la empresa.
b. Johnson y Johnson, en diferente actitud, otorgó a la función de Relaciones Públicas un estatus superior. La crisis de tylenol, en la que 7 personas fallecieron tras ingerir píldoras que contenían cianuro, mostró claramente que la empresa basó su reacción y rápida recuperación en las recomendaciones de sus Relaciones Públicas.
Otro nivel de asesoría dentro de la organización es el de asesoría preceptiva. Por ejemplo, una división que quiera publicar un folleto informativo, no puede hacerlo salvo que el departamento de Relaciones Públicas otorgue previamente su autorización.
Muchas empresas utilizan este mecanismo, para evitar que los departamentos y divisiones divulguen materiales que no sean conformes con los estándares de la empresa
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por opinión es vital y constructiva