Esta frase de John Morley es bastante provocadora y nos hace reflexionar sobre la naturaleza de los discursos y la comunicación.
Esencialmente el contenido es el rey, pero su presentación es la corona que lo hace brillar, según los expertos en oratoria.
Particularmente, Morley sugiere que el impacto de un discurso depende en gran medida de la persona que lo pronuncia (su credibilidad, carisma y autoridad) y de la manera en que lo hace (su estilo, tono y entrega), más que del contenido en sí mismo.
Esto puede parecer un poco sorprendente, ya que podríamos pensar que el mensaje debería ser lo más importante.
Un buen contenido asegura que el mensaje sea claro, relevante y persuasivo.
Hay que tomar en cuenta que la forma en que se presenta el discurso también es crucial.
La estructura, el tono, la entonación y el lenguaje corporal complementan el contenido para captar la atención del público y transmitir el mensaje de manera efectiva.
Un orador carismático y confiable puede hacer que su audiencia preste más atención y acepte su mensaje con mayor facilidad, incluso si el contenido no es particularmente innovador.
La forma en que se entrega el discurso (gestos, entonación, pausa y ritmo) también puede afectar significativamente la percepción del mensaje.
Por supuesto, esto no quiere decir que el contenido no importe en absoluto, pero resalta la importancia del contexto y la presentación en la comunicación efectiva.
Datos sobre el autor de la frase.
Estudió en Oxford y ejerció en Londres la profesión de abogado. Fue también periodista y dirigió con éxito The Literary Gazette, The Pall Mall Gazette (de 1881 a 1883) y The Fortnightly Gazette (de 1867 a 1882).
En 1878 inició la famosa serie de biografías de escritores ingleses, la English Men of Letters.
Las más importantes obras de Morley son de carácter histórico biográfico: Voltaire (1872), Rousseau (1873), Diderot (1878), Burke (1879), Walpolen (1889) Studies in Literature (1890), La vida de William Ewart Gladstone (1903) Literary Essays (1906), Recollections (1917), notable esta última como defensa del liberalismo victoriano.
Influenciado por los enciclopedistas franceses, Morley fue de tendencias radicales. Wikipedia.