La causa más frecuente de por qué algunas personas gritan, es la falta de habilidades de comunicación.
Se recurre a elevar el volumen de la voz como forma de expresión cuando no se sabe expresar los pensamientos de manera efectiva.
También se utiliza el hablar desmedido como estrategia de intimidación. En ocasiones, gritar es una táctica para intimidar a otros y conseguir lo deseado.
Los comportamientos aprendidos tambien juegan un papel importante en la forma de hablar. Si el entorno familiar se desarrolló en medio de voces altisonantes, casi por regla general hablarán así los miembros de la familia.
Finalmente, la necesidad de ser escuchados es una motivación de peso para elevar la voz. Algunas personas creen que alzando la voz pueden asegurarse de ser escuchados y tomados en serio.