Es lamentable, pero hay personas que por timidez o miedo escénico no desarrollan todo su potencial al hablar en público.
Sufren de pánico ante las miradas de quiénes los ven y escuchan y esto es un error que paraliza la creatividad y la espontaneidad.
Hay que poner la mente en positivo, tener autoconfianza y estar claros de que no todos recibirán nuestro mensaje por igual.
A unos los convencerá, a otros hasta les encantará, pero a algunos no les motivará lo que se le dice debido a que hay diversidad de criterios.
Camino al escenario es necesario:
√Avanzar con pasos firmes.
√Desarrollar el discurso con convicción.
√Despedirse a tiempo y con cortesia.