Debemos tener sumo cuidado con el uso de las palabras.
Es preferible pronunciar y escribir palabras sencillas y conocidas que no se presten a confusión, aunque tengamos la ilusión de pronunciar un mensaje grandioso con palabras extraídas del fondo del armario.
Hay palabras y conceptos que se parecen en su escritura, otras son idénticas en su sonido, pero son diferentes en su significado y debemos cuidarnos de no utilizar una por otra.
Existen en ese sentido palabras parónimas, homónimas y homófonas parecidas en su pronunciación, escritura u origen, pero que tienen significados diferentes.
Dichas palabras pueden causar errores ortográficos y prosódicos si no se usan correctamente.
Por eso, es importante conocer su significado y diferenciarlas bien.
Palabras parónimas: Pronunciación y ortografía parecida y significados diferentes. Ejemplo:
Prejuicio y perjuicio.
Prejuicio (creencias predeterminadas sobre una persona, objeto o situación).
Perjuicio (acto de perjudicar o menoscabar).
Especies y especias.
Especies (categorías biológicas, como especies de animales o plantas).
Especias (condimentos utilizados en la cocina).
Actitud y Aptitud:
Actitud (disposición mental o emocional de una persona). Aptitud (capacidad o habilidad para hacer algo).
Palabras homófonas: Idéntico sonido, distinta escritura, distinto significado.
Por ejemplo:
vasto (alguien que es tosco)
y basto (muy grande, extenso o amplio).
Vaso (recipiente para líquidos) y bazo (órgano del sistema linfático).
Haber (verbo auxiliar) y a ver (expresión para invitar a observar algo).
Hecho (participio del verbo hacer) y echo (del verbo echar).
Palabras homónimas: La misma pronunciación y a veces la misma escritura, pero aluden a cosas distintas. Por ejemplo:
Llama" (animal), "llama" (fuego), "llama" (conjugación del verbo “llamar”).
Río" puede referirse a una corriente de agua o a la conjugación del verbo "reír.
Hola (saludo) y ola (movimiento en el mar).
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