EL EXORDIO: Es el principio del discurso, debe ser sencillo, de palabras claras y compresibles. El inicio es lo más difícil, dado el nerviosismo que se apodera del orador comúnmente.
PROPOSICION: Es la parte expositiva del discurso, aquí se comienza en lleno a tratar el tema en cuestión. Se presentan los hechos, tratando de no perder un solo detalle.
CONFIRMACIÓN: Es la parte más seria y contundente del discurso, entran en ella la opinión del orador, la interpretación obtenida de los hechos y la impresión que se recibe. Es el momento en que el orador toma postura y manifiesta ideas propias, con miras a lograr reacción del público. El orador busca manejar el auditorio.
PERORACIÓN: es la parte final del discurso. Debe ser concisa, precisa, las frases cortas y a la hora de concluir, hacerlo inmediatamente.