OJOS, MANOS Y ACTITUDES. ¿QUÉ DEMUESTRAN?

   SUS OJOS, VENTANAS DEL ALMA.

La persona que mira limpiamente a los ojos de otros es segura, amistosa, madura y sincera. 
Por los ojos muchas veces se puede saber lo que está pensando. Por eso, constituyen una ayuda poderosa en la conversación.

Mirar a todos lados cuando se habla con otras personas: a la ventana, al techo, al suelo o limpiando sus uñas, así como mirar  morbosa y curiosamente sus zapatos, pantalones, camisa o peinado, es incómodo para los demás.

Es correcto mantener el contacto ocular, pero sin fijar en exceso la mirada: eso lo hacen los locos. Hay gente que ha tenido problemas por la practica de mirar en demasía a otra persona.

   SUS MANOS, COMPLEMENTO PERFECTO DE SUS PALABRAS.

Las manos dan fuerza a la expresión oral.  No deben utilizarse  inútilmente, porque a veces, distraen o molestan  a la otra persona.

No  deben usarse  violentamente, palmoteando o pasándoselas casi en el rostro a la otra persona. 

No  es aconsejable usarlas para tocar a otras personas. Hay muchas personas que siempre están dando palmadas en la espalda o tocando a los otros en los brazos y en las piernas, como para llamar su atención.

 Hay quien se siente muy molesto si le tocan, ten cuidado. 

Al conversar, no lo hagas con las manos metidas dentro de los bolsillos porque eso denota indiferencia y mala educación. 


POSICIONES QUE DEMUESTRAN ABURRIMIENTO.

 Moverse nerviosamente o levantarse, cruzar y descruzar las piernas, moverse en el asiento o mirar constantemente el reloj indica aburrimiento y es una gran falta de respeto. 

Sentarse  en el borde de la silla,  indica que desea irse tan pronto como sea posible. 

Cambiar constantemente de posición, expresa que  se está aburrido. 

Mover  incesantemente los pies durante la conversación, hace ver al  interlocutor que se está molesto, inseguro, irritado, nervioso, cansado o aburrido. 

 Intercalar sonrisas cálidas y francas en la conversación transmite confianza, alegría y buena disposición. Sin embargo, no exagere. Sonreír demasiado frecuentemente puede convertir el gesto en una especie de mueca y dar la impresión de que es algo hueco, vacío y fingido. 

Apretar exageradamente los labios puede delatar que tiene dudas o desconfianza acerca de lo que el otro está diciendo o sugerir que no está expresando realmente lo que piensa o siente.

Comentarios

Hablemos de:

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Se realiza de dos formas; hablada y escrita.

hablemos de:

hablemos de:
No utiliza palabras. Transmite el mensaje con los movimientos del cuerpo.

Hablemos de:

Hablemos de:
Se le conoce además como paralingüística.

Las formas diversas de exponer la palabra hablada constituyen los:

Para convencer, persuadir, orientar e informar:

Impactan las épocas, transforman las circunstancias:

Ofrece la oportunidad de ser un expositor magistral:

Promueve la libre discusión de ideas:

El idioma español, instituciones que lo avalan

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