LO QUE NO DEBE HACERSE:
1) Preámbulos excesivamente largos, porque el público quiere saber enseguida para que ha sido convocado.
2) Comenzar con circunloquios embarazosos o excusas banales que no sirven más que para perder el tiempo.
3) Iniciarlo con un cuento humorístico, porque lo que hace es irritar al auditorio.
4) Dedicar a los oyentes cumplidos excesivamente efusivos y claramente fingidos.
LO QUE SE DEBE HACER:
1) Referirse al tema o la ocasión breve explicita y prácticamente.
2) Referirse a la propia persona, siempre mostrando modestia y sinceridad.
3) Formular una interrogante. Es un modo seguro y sencillo para abrir la mente de los oyentes y penetrar en ellas.
4) Enunciar un aserto audaz o sorprendente (shock técnico), consiste en despertar el interés del auditorio sorprendiéndolo con un enunciado aventurado acerca de determinados hechos u opiniones.
5) Emplear una cita. Si es bien seleccionada, constituye un método excelente para presentar un discurso.